Como novela policiaca no da mucho de sí, es bastante plana y solo tiene un giro casi al final pero está muy bien escrita y eso hace mucho. Lo mejor del libro, para mí, es el retrato costumbrista que hace de una Barcelona sometida, vencida y gris, en la que los vencedores se enriquecen mientras desprecian y machacan a los vencidos. Me ha gustado menos que la anterior porque después de la segunda mitad se vuelve un poco repetitiva, además algunas vivencias del protagonista son inverosímiles y para remate el final me ha parecido un poco rebuscado y precipitado .
hace 4 años