Fresa es una adolescente diferente a los demás, no tiene muchos amigos y se siente excluida, precisamente porque es una fresa; y no le gusta nada tener una cabeza de fresa, como la de su madre. El cómic arranca con el ingreso de Fresa al hospital: está en coma y sufre un extraño tipo de amnesia. La historia empieza entonces a transcurrir en dos niveles: la realidad de la habitación de hospital donde Madre Fresa vela a su hija, y el caótico mundo interior de Fresa, que mezcla recuerdos reales con fantasías. A través del coma de Fresa, vamos descubriendo sus inquietudes de adolescente, la búsqueda de la identidad, el sexo, la relación a la vez conflictiva y estrecha con su madre…