Después de las excelentes “Libertad” y “Las correcciones”, tenía muchas ganas de leer “Pureza”, la última novela del exitoso Jonathan Franzen y a pesar de sus 700 páginas, me puse a ello con ilusión, pero sinceramente, creo que ésta novela no pasará a la historia como una de las mejores del escritor norteamericano. Bien construída, tal y como Franzen nos tiene acostumbrados, sin embargo la trama, quizá por ser demasiado ambiciosa, ya que explora varios conflictos: El exceso de poder de los medios de información, la quimera del anonimato en la tecnológica sociedad actual, frente al derecho que tenemos a nuestra intimidad y a salvaguardar nuestros secretos, la necesidad de cierta juventud idealista de seguir a un líder, o la complejidad de la vida en pareja, todo ello repartido en diferentes épocas y múltiples escenarios: el Berlín del Éste antes de la caída del muro; la recóndita y exuberante jungla boliviana; la California de la actualidad… resulta bastante inverosímil y poco definida, sin un tema central que la vertebre. Por otra parte, tanto los protagonistas, cuyas vidas se entrecruzan de manera bien resuelta, como los personajes secundarios, algunos de los cuales arrancan con fuerza y luego hacen “mutis por el foro”, también me han resultado poco creíbles o poco trabajados, de forma que la novela, exceptuando la última parte, no me ha enganchado y en cierto modo me ha resultado decepcionante, ya que me esperaba más de uno de los adalides de la literatura norteamericana contemporánea.
hace 9 años