El tono desolado y la fidelidad a las propias convicciones definen los poemas de Efraín Huerta. No es el suyo un testimonio más, es la declaración de una vida y al mismo tiempo la visión de una historia. Los poemas políticos arden con ásperas palabras, el tema amoroso, en cambio, cristaliza en imágenes de serena e intensa hermosura.