Empiezo a gritar con la fuerza de un ciclón que me arrastra hacia el vacío, con el miedo del que ya no teme a nada, con la ira de los que van a morir, de los que van a matar, con el grito desgarrador del que ha perdido la cordura.
Ya no soy yo, soy una bestia, un animal salvaje, un depredador y el instinto de matar se apodera de mí, invade todo mi cuerpo, un sentimiento desconocido que no sabía que habitaba en mí y que ahora está vivo, solo quiero morir y solo quiero matar.Siento brazos que me agarran, que me sostienen, voces que me hablan, palabras que no entiendo, ya no veo, no oigo, no pienso, solo tengo un grito perpetuo y continuo en mi cabeza.
Continuar leyendo «En Quelibroleo estamos leyendo ‘La llegada’»