George R.R. Martin vive su mejor momento. Su saga literaria de fantasía épica, «Canción de hielo y fuego«, ha vendido 15 millones de ejemplares en todo el mundo cuando aún faltan dos entregas, y su adaptación televisiva «Juego de tronos», ha enganchado a millones de espectadores con una trama en la que se mezclan la lucha por el poder, la intriga, el sexo y la violencia, y en la que ningún personaje está a salvo de morir en el siguiente capítulo.
El escritor estadounidense, de 63 años, ha logrado un estatus que ha llevado a algunos a compararle con el considerado padre de la fantasía moderna, John R.R. Tolkien, tras una larga carrera como escritor de ciencia ficción y una década como guionista en Hollywood que le aportó más frustraciones que satisfacciones.
«Una de las cosas que me apasionan, y soy un lector voraz además de escritor, son los libros que me sorprenden, que no son predecibles», dijo Martin a Reuters el miércoles, en una entrevista telefónica desde la localidad asturiana de Avilés.
«No hay nada que me aburra más que los libros en los que después de dos páginas ya sabes exactamente lo que va a ocurrir. Quiero cambios y giros que me sorprendan, personajes que lo pasen mal, que me preocupe por ellos y no sepa si van a vivir o morir».
Martin se encuentra en España por tercera vez para visitar el festival literario Celsius 232 e ir posteriormente a dos actos en Madrid y Barcelona. El escritor, que acude a numerosos convenciones literarias y mantiene un estrecho contacto con sus aficionados, tuvo un detalle especial con los españoles, a los que escribió una dedicatoria en la que hasta ahora es la última entrega de la saga, «Danza de Dragones».
«Los aficionados españoles son fantásticos. Hay un grupo, llamado asshai, que la última vez que estuve aquí (en la Semana Negra de Gijón) me ofrecieron un banquete, cantaron algunas de las canciones de los libros (…)».
HÉROES O VILLANOS
«Canción de Hielo y Fuego» discurre en un mundo medieval ficticio en el que reyes y reinas, mercenarios y maestres, caballeros y salvajes, enanos y dragones se ven implicados en la lucha por el Trono de Hierro usando el engaño y las mentiras, el amor y la lujuria.
«Me gustan los personajes grises, durante demasiado tiempo la fantasía se ha centrado en héroes y villanos muy estereotipados», aseguró Martin.
«Pero cuando miro a mi alrededor, no veo caballeros de blanca armadura ni villanos vestidos de negro, veo muchos seres humanos con defectos que pueden ser tanto héroes como villanos. Depende de las decisiones que tomen en periodos cruciales de sus vidas, en momentos de estrés y confusión».
Dado que los dos últimos libros han tardado cinco años cada uno en publicarse – «Danza de Dragones» acaba de salir en español – , es probable que la espera sea larga hasta tener la sexta entrega, «Vientos de invierno». Martin no quiere hablar de fechas, pero los aficionados más ansiosos pueden conformarse con las 200 primeras páginas, que se pueden leer en su web (georgerrmartin.com).
La primera temporada de la serie de televisión, realizada por la prestigiosa HBO, ha llegado a España esta semana en abierto con su estreno en Antena 3, pero Canal + ya ha emitido dos temporadas y la tercera se estrenará en marzo de 2013 en EEUU.
Martin, que se negó a cortar radicalmente la historia para encajarla en una película, sí aceptó la oferta de David Benioff y Dan Weiss – productores del canal de pago conocido por sus series de calidad y alto presupuesto – de hacer una serie, dedicándole una temporada a cada libro.
PODER, SEXO Y VIOLENCIA
Martin se basa en hechos históricos como la Guerra de las Rosas en la Inglaterra del siglo XV, la Guerra de los Cien Años de los siglos XIV y XV, las Cruzadas o la Alta Edad Media para mostrar la implacable lucha por el poder.
«Uno de los personajes plantea un acertijo: hay un rey, un rico y un sacerdote, y con ellos, un mercenario. Cada uno de los tres le dice al mercenario que mate a los otros dos. ¿Quién vive? ¿Quién muere? ¿Quién tiene el poder en esa situación? ¿De dónde deriva el poder?»
«El poder es un arma poderosa y muy seductora», agregó el escritor, que, al preguntársele, asegura sonriendo que no tiene «ninguna alegoría específica con la crisis económica actual».
Al mismo tiempo, mostró su sorpresa por la fuerte reacción en ciertos lectores estadounidenses con las escenas de sexo explícito.
«Puedo describir con gran detalle cómo entra un hacha en un cráneo y nadie va a pestañear. Si hago una descripción similar, igual de detallada, de cómo entra un pene en una vagina, recibo cartas y la gente me critica», afirmó.
«Me resulta frustraste, una locura. Al final, a lo largo de la historia, penes entrando en vaginas han causado mucho placer a mucha gente. ¿Hachas entrando en cráneos? Bueno, no tanto».
Martin proviene de una familia trabajadora, con un padre estibador en un barrio industrial de Nueva Jersey, un entorno que le aleja mucho de Tolkien, a quien admira pero con el que rechaza las comparaciones – «yo no soy un primera clase en nada».
El autor, que consideró ofensivas las especulaciones en Internet sobre su estado de salud, aseguró que no piensa retirarse cuando complete «Canción de hielo y fuego».
«Me quedan muchos libros que quiero escribir. Me gustaría pensar que voy a seguir por aquí otros 20 años más, y escribir otra docena de novelas, probablemente algún tipo de literatura imaginativa».
Aunque hay una cosa que sí que tiene clara:
«Nunca más una saga de siete volúmenes», concluyó.
MADRID, 20 jul. (Por Teresa Larraz Mora / Reuters)