Con un «carrusel de temáticas y estados de ánimos», Andrés Neuman (Premio Alfaguara y Premio Nacional de la Crítica 2010) publica el libro de relatos, ‘Hacerse el muerto’ (Páginas de Espuma) donde el autor explora los múltiples registros de la muerte, el lado tragicómico de las familias o el despertar sexual en la infancia. «Estamos viviendo una pequeña edad de oro del cuento en España», alega el autor.
«Me interesan mucho los cambios de registro y la ambigüedad en el tono. La tragicomedia como principio moral; es decir la vida es tan terriblemente sutil, que a veces, no sabemos en qué registro nos está hablando porque un momento sublime puede resultar patético y un momento doloroso puede hacerte mucha gracia», señala este escritor, que a los 22 años publicó su primera novela, ‘Bariloche’ (Anagrama) Finalista del Premio Herralde.
Por ello en ‘Hacerse el muerto’ hay recurrencias, leitmotiv, temas que aparecen y reaparecen para explorar ese estrecho abismo que, a veces, se abre entre el dolor y el humor.
Así las dos primeras partes de ‘Hacerse el muerto’ reflexionan sobre la muerte, la imaginan, la figuran e incluso, a veces la parodian, según indica Neuman, quien también habla de la perdida de su madre y su brusca trasformación por la enfermedad.
«Murió joven y pasó de hacer milagros con las manos (era violinista) a ser incapaz de sostener una taza, eso hizo que a mí se me volviera evidente no ya la provisionalidad de la vida, sino la fragilidad de cualquiera de nuestras facultades».
PÉRDIDA, DOLOR Y SOLEDAD
«Creo que hay ciertas experiencias de pérdida, dolor o soledad que puede ser en últimas instancias poéticas, reconozco que los cuentos relacionados con mi madre son íntimos, pero no basta con desnudarse, el ejercicio literario completo sería desnudarse para volverse a vestir», asegura este autor en una entrevistas con Europa Press.
«Estamos en una sociedad que tiende al sensacionalismo íntimo», alega este escritor quien, opta pro desnudarse pero mostrando su «vulnerabilidad» unida al cuidad del lenguaje y el estilo.
«La literatura que a mí me conmueve es aquella que se da una tensión entre el trabajo lingüístico y la honestidad emocional», y subraya la dialéctica que se produce entre ambos y cómo hay un momento en que ese artificio del lenguaje consigue «crear o modificar las emociones».
«A mí como lector, el desafío lingüístico también me emociona. El lenguaje puede potenciar el desnudo al que viste, como la ropa al cuerpo», explica este autor, quien reconoce ser «tremendamente obsesivo» a la hora de corregir.
«ANTES DE PUBLICAR, ME MUERO DE MIEDO»
«Antes de publicar un libro me muero de miedo. Creía que con ese fetiche de la experiencia cuanto más libros publicase, más tranquilo tendría que estar y me ha ocurrido lo contrario. Así el cosquilleo no se reduce sino que aumenta porque eres más consciente de lo mucho que te puedes equivocar. Cuando uno publica su primer libro tiene poca experiencia pero también tiene poco que perder», alega.
En esta misma línea asegura que la corrección es un «ejercicio espléndido de cura de humildad» y confiesa que, a veces, tiene la sensación, de que escribir bien consiste «en disimular que escribes mal». «El último manuscrito que entra en imprenta es el menos malo de tus manuscritos», subraya.
«Lo que nos estimula es el deseo, no la obtención del deseo», explica el autor para hablar del motor de la vida. Y envuelto en esa «nueva corriente del deseo», Neuman advierte que la nueva novela en la que está trabajando no tiene nada que ver con la anterior, ‘El viajero del siglo’ (Premio Alfaguara, Premio Tormenta y Premio de la Crítica).
«La única premisa que yo tengo para escribir es quemar el puente. Quiero tener la sensación de no haber escrito esto antes y ojalá que ese miedo del que hablaba antes sirva para que el lenguaje de este nuevo libro se tense».
LA PLENITUD DEL CUENTO
Preguntado por la salud del cuento, Neuman subraya que un escritor «publica para sentirse vivo, no para sobrevivir» y alega que el cuento en España, en términos de creatividad y de espacios propios, está en un momento de «plenitud asombrosa».
En 2010, Andrés Neuman recibió el Premio de la Crítica, que concede la Asociación Española de Críticos Literarios, y fue destacada entre los libros del año por los dos principales diarios holandeses, NRC Handelsblad y De Volkskrant. Traducida a 10 lenguas, actualmente está siendo publicada en Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Italia, Brasil, Holanda, Polonia, Egipto, Portugal y Eslovenia.
Es también autor de los libros de cuentos El que espera (Anagrama, 2000), ‘El último minuto’ (Espasa, 2001, reeditado por Páginas de Espuma, 2007) y ‘Alumbramiento’ (Páginas de Espuma, 2006).
Asimismo, Neuman ha desarrollado una intensa labor de estudio y divulgación de la narrativa breve. Sus libros de cuentos incluyen apéndices teóricos sobre el género y es el coordinador de ‘Pequeñas Resistencias’, serie de antologías sobre el cuento actual en lengua española (Páginas de Espuma, 2002-2010).
MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS)