Monique ha vivido siempre sola con su madre, sin que esta situación haya sido nunca un problema para ella. A los doce años conocerá a su padre, que le propone que vaya a vivir con él a Brasil, donde podrá disfrutar de todas las comodidades. Monique se verá obligada a elegir entre su padre y su madre, lo cual, evidentemente, no le será nada fácil.