Alguien capaz de crear un caballo mecánico y una vaca lechera de pilas, de vencer la fuerza de la gravedad o de hacerse invisible, solo merecería el aplauso y el reconocimiento por sus dotes de inventor. Sin embargo, los vecinos de Aldabonazo de la Tranca preferirían que Marcelo se olvidara de sus increíbles inventos, que solo les deparan sobresaltos y espanto…