Solo imágenes, imágenes en movimiento —a imitación de una secuencia narrativa—, donde diversos animales, perseguidos y a la vez perseguidores, participan de la misma historia, sin fin o sin principio, según se mire, al igual que ocurre con el huevo, el pollo y la gallina. Los niños, sin duda, le añadirán palabras, sonidos... provocando la admiración y la nostalgia en el adulto.