Daniel, un niño chileno de 8 años, vive con sus padres que son panaderos de toda la vida. El niño les ayuda durante los fines de semana por que le encanta el oficio, sobre todo amasar la harina. Un día les invitan a cenar a un restaurante chino y allí descubrirá las típicas galletas de la fortuna, las que guardan un mensaje revelador en su interior... El inconfundible estilo de Urberuaga y la lucidez del texto de Skármeta son un tándem perfecto. Una historia perspicaz e inteligente ilustrada con una gran sensibilidad.