Con toda probabilidad debe haber muchas personas demócratas, con mayor o menor simpatía por la República aunque con una condena sin ambages contra la dictadura de Franco, profundamente conscientes y con un sentimiento del más absoluto rechazo a los crímenes cometidos por el bando Nacional durante la guerra civil y muy especialmente en la posguerra. Y aunque dentro de este grupo serán minoría, también los habrá que no terminen de entender (lo que no significa que no acepten) la importancia de reabrir las fosas y exhumar los cuerpos de los represaliados por el Régimen, entregándoselos a sus familias. Esta extraordinaria novela gráfica (como todas las de su autor) nos lleva al abismo que puede provocar el olvido de aquellas personas que vivieron de una forma si no ejemplar, cuanto menos sin hacer más daño a nadie que tener unas ideas democráticas, o incluso limitarse a despertar envidias en determinados individuos encumbrados por el Régimen.
La técnica narrativa de Paco Roca es espectacular, con unos saltos en el tiempo apoyados en diversas técnicas de coloreado, que lejos de añadirle complejidad al relato, le añaden riqueza, deleite y sensibilidad. Sobresale, por encima de los protagonistas, el personaje de Leoncio Badía, ese republicano condenado a enterrar a "los suyos", y que se jugará la vida por darles una dignidad que ha permitido resolver el puzzle de una exhumación tremendamente compleja.
hace 8 meses
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