A lo largo de esta fábula se va viendo cómo Bill y Bob encuentran ideas para escapar de una mala situación, para iniciar nuevos modos de vida, y para innovar su negocio. También se va viendo que las contrastan con el estado del entorno, porque las ideas deben adecuarse a las circunstancias; unas son más indicadas para la fase de crecimiento y otras para los tiempos de crisis. Pero en todo caso las actividades humanas siempre brotan de una idea, que viene a ser el ADN que determina su desarrollo, y sólo alcanzarán la meta de muy exitosas las que hayan surgido de una gran idea. Por ello Bill la busca con deslumbrante tenacidad, y al descubrirla siente tan desmedido arrebato que ignora la orgía en ciernes, y salta del balcón a la barca para remar a toda pastilla y llevarla cuanto antes a la práctica, pues sabe que la gran idea es tan importante como el punto de apoyo que buscaba Arquímedes para levantar el mundo con una palanca.