En la constelación de estrellas que figuran en este libro están algunos de los actores más populares de nuestro cine. Manuel Gutiérrez Aragón los retrata a la vez que se retrata a él mismo a lo largo de unas reflexiones sobre qué es la representación y la vida de cine. Desde la realidad hasta la imaginación y la fantasía, el director de algunas de las películas de las que se habla en este libro convoca a sus personajes para construir un magnífico relato. Relato no exento de crítica, pero, en cualquier caso, lleno de pasión por los actores, «esos seres imprevisibles e imprescindibles».
«El primer conocimiento de una película es un acontecimiento carnal, la cara y el cuerpo del actor o la actriz, vistos ya en otras películas, en otras historias, convertidos poco a poco en amigos. A veces con amistad más íntima que los de la vida real.» Esta carnalidad se reivindica en el libro frente a la mera consideración del cine como lenguaje, según se puede apreciar en las reflexiones sobre el desnudo en el arte, especialmente «el desnudo femenino, tantas veces retratado y tantas veces bajo sospecha». «No hay desnudo inocente, porque no hay filmación inocente.»
Ángela Molina, Clara Lago, Fernando Fernán Gómez, José Coronado, Ana Belén, Óscar Jaenada, Eduardo Noriega, Alfredo Landa… Éstos son algunos de los intérpretes que pasan por las páginas de A los actores, libro destinado a servir de referencia sobre la belleza y el mito del cine, que publicamos el mismo año en que Manuel Gutiérrez Aragón ha sido elegido miembro de la Real Academia Española.