Buenas noches, queridos lectores. Veo que no soy el único que se ha acercado a esta cripta, y eso me alegra. Pero pronto los dejaré a solas con el tenebroso libro que tienen en sus manos. Yo únicamente he venido aquí para prevenirlos: el poder narrativo que Raquel Grandoli despliega en estos relatos hará que sus apacibles ojos se vayan abriendo más de la cuenta. Aplicando con artera astucia los mejores y más siniestros recursos del género, la autora levantará delante de ustedes un espejo que revelará los más lóbregos recovecos del alma de cada cual. Porque para eso existe el terror. Si se atreven a profundizar en el espanto que propone una literatura tan poco complaciente, descubrirán que todo un mundo de pesadillas ancestrales irá tomando forma en cada historia de esta estupenda muestra de narrativa de horror contemporáneo. Lo sobrenatural y lo psicológico son sus oscuros pilares, de manera que no intenten descansar demasiado. Les doy la bienvenida, pues, en la medida de lo posible, a “Primera victoria”. Aparten de su vista los viscosos tentáculos que salen de estas páginas y pónganse cómodos: los espera un viaje a las zonas más inhumanas del ser humano. Marcelo di Marco, verano de 2014