El hecho de que Enrique Jardiel Poncela haya sido siempre un gran abanderado del humor, pero puesto en tela de juicio para los que estiman las «artes» serias, ha tenido que ver en el hecho de que no ocupe del todo el lugar que, con justicia, merece en el trono de las letras hispánicas. Pero lo cierto es que es un grandísimo escritor y, lo que es mejor, es divertidísimo. El volumen que aquí nos trae Espuela de Plata es una recopilación de sus artículos en la revista Buen humor, una muestra del Jardiel de juventud, breves pinceladas donde se despliega su capacidad innata para el humor, los extravíos inverosímiles y los chistes cómplices con el lector. Son pequeños sainetes donde le da la vuelta a personajes o ambientes históricos, siempre con la guasa anacrónica por delante, o pequeños cuentecillos que usan del absurdo y el contraste para suscitar la risa, o textos directamente satíricos con el ingenio por bandera, como el espectacular repaso sintomatológico que, como si de una enfermedad se tratara, hace al matrimonio en tres desternillantes páginas. La brevedad de cada uno de los artículos-cuentecillos-sainetes, ajustados a su publicación en Buen humor, pequeñas píldoras, lo convierten en una lectura ideal para aquellos que quieran aproximarse a la obra de este divertidísimo autor, quienes sentirán, seguramente, la imperiosa necesidad de continuar por sus obras de teatro o sus novelas. Y los que ya eran apasionados de Jardiel, pues tienen aquí unos ratos garantizados de risas, gracias a ese humorismo jardielesco tan reconocible. (Carlos Cruz, 18 de septiembre de 2015)
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