Faulkner exige un nivel de concentración que uno no siempre está en disposición de alcanzar. Cada página resulta una especie de espiral al final de la cual el lector puede terminar encantado, las menos, o aturdido, las más. Después está el argumento, y ahí radica el interés, no exento de dudas y vacilaciones. Supongo que en USA es un escritor comprendido; tengo la impresión de que fuera de su propio país resulta sobre todo reconocido.
hace 7 años