¿Te pareces a esa persona que imaginabas ser cuando fueras mayor? Si la respuesta es sí, eres un chaval joven por dentro que se hace más joven cuanto más vive. Si la respuesta es no, aún estás a tiempo. Porque ser joven de espíritu es una actitud y por eso se puede afrontar el día a día con una visión optimista y alegre de la vida. Echando mano de historias vividas en primera persona, y con su inconfundible estilo y elegante sentido del humor, Leopoldo Abadía continua haciéndonos sonreír en su papel de persona octogenaria que se enfrenta a un mundo de mayores con la mentalidad fresca y entusiasta de un joven.