En su línea de siempre. Su habilidad de enredar la madeja hasta lo imposible terminando en un castillo de fuegos artificiales. Por momentos tronchante.
hace 1 añoLa historia comienza el día en que un magnate inglés decide dar rienda suelta a su retorcida maldad para dirigirla nada menos que contra sus propios parientes y socios de la multinacional que él preside. Para ello utilizará los servicios de quien en teoría es su principal enemigo, un profesorzuelo universitario de ideología izquierdista y notable ingenuidad para las cosas de la vida, a quien encarga la redacción de una historia de su familia. Pero si el arranque ya es disparatado, el desarrollo será la locura. La silla de ruedas automática con la que se desplaza el viejo Lord Petrefact adquirirá vida propia; el catedrático se sentirá estimulado eróticamente por una subnormal que adorna su cocina con fotos de hombres musculosos; alguien cometerá un crimen involuntario y todos los indicios señalarán a un inocente. Y esto no es más que un breve resumen de la serie de dislates que se suceden en esta historia de venganzas maquiavélicas y pasiones reprimidas, de confusiones y tropiezos, caídas y desastres, en la que Tom Sharpe demuestra encontrarse en plena forma, tan capaz como siempre de tejer la trama más descabellada y conducirla hasta el más rocambolesco final.
En su línea de siempre. Su habilidad de enredar la madeja hasta lo imposible terminando en un castillo de fuegos artificiales. Por momentos tronchante.
hace 1 añoDivertidísima, crítica con la sociedad inglesa del momento y con los prejuicios sociales. A ratos, tronchante, y, sobre todo, desvergonzada. Un placer.
hace 2 años