Un día no hace mucho, en un foro de FaceBook que no consigo recordar, preguntaron: "Abre el libro que estás leyendo por la página 56 y escríbenos la frase que empiece en la línea 6".
Y escribí: "¿Volveríamos a ser alguna vez unos instrumentos registradores tan precisos de la superficie microscópica de las cosas inmediatas, de las más nimias gradaciones de la posición social transmitidas por el linóleo y el hule, por las velas de aniversario y los olores culinarios, por los encendedores de mesa Ronson y las celosías?"
Así es Philip Roth y muchas frases como esta se encontrará el lector en Trilogía Americana. Una narrativa maestra, deliciosa, templada y equilibrada que te conduce, a lo largo de tres novelas, a través de algunos de hitos que han marcado la historia americana reciente, todo ello conducido por un personaje central al que todos desearíamos conocer y con el que querríamos conversar, Nathan Zuckerman, que crece y envejece saltando de una novela a otra.