Alfredo no está acostumbrado al fracaso; siempre le han ido bien las cosas. Pero el frágil esquema de su vida se desmorona cuando sufre el primer revés: suspende la Selectividad. Decide, entonces, buscar trabajo, pero sólo recibe negativas. Como nadie le ha enseñado a superar las frustraciones, se siente impotente y se pierde en el laberinto de las drogas de diseño. A partir de 14 años.