Considero una atrevida idea del autor su ambiciosa propuesta de novelar la historia de la humanidad y a su vez, una atractiva y fantástica locura que ha logrado captar mi atención con este libro.
En esta primera novela de La Travesía de los Tiempos, su inmortal protagonista Noam, nacido hace ocho mil años, nos cuenta en primera persona su historia, ambientada en la Prehistoria principalmente, aunque existen algunos saltos al presente. Llena de sorpresas imprevisibles, aunque ficticias, también podemos acercarnos a datos reales, costumbres de la época, modos de vida con el telón de fondo de un acontecimiento célebre como fue el Diluvio, sin artificios ni leyendas.
Incorporando realidad y ficción en una coctelera, agitando fuerte la mezcla, el autor ha conseguido una novela colosal. Una reflexión sobre la vida en general tal como la conocemos actualmente, con todos los bienes materiales de los que disponemos, en la que te sobra de repente todo y solo quieres bucear en sus páginas para acompañar a su protagonista en esta aventura.
Nos habla de los clanes, de la familia y del amor, pero también de la supervivencia, del dolor, de la traición y de lo bueno y lo malo del individuo a través de personajes muy bien construidos y muy humanos, con diálogos inteligentes y sinceros. Personajes que acompañan al protagonista en toda la historia y a los que coges un cariño especial, como Barak, un gigante de corazón igual de grande que su apariencia, o Noura con un carácter especial hacen que adores este proyecto y estoy deseando ya tener entre mis manos la segunda parte. Si en el resto de libros de la saga es capaz de transportarme como lo hace en esta primera parte posiblemente llegue a convertirse en una de mis sagas de novelas predilectas. (Marisa Cuesta Moreno, 30 de octubre de 2023)
hace 1 año