Manfred, gay, trabaja en una copistería, es de hueso ancho y le va el rollo sadomaso. Dörten, hetero, es su compañera de piso, acaba de cumplir los 40 y se encuentra poco atractiva. Ambos tienden a comerse la olla y están estancados en dinámicas sentimentales más bien penosas. Todo cambiará cuando el destino ponga en sus manos una vieja tetera hechizada siglos atrás. En su interior, dos encarnaciones de genio: un joven lampiño de belleza inigualable y un robusto ejemplar de macho peludo. Sendos sementales que se pondrán al servicio del que primero frote la lámpara maravillosa.