El teatro de Mihura levanta en escena una memorable galería de seres y situaciones. Personajes que quieren "sentir y padecer y reír y hablar con libertad", como la Irene de "Mi adorado Juan": ese hombre "que no hace daño a nadie, ni ambiciona nada, ni pone zancadillas, ni pretende ser algo más de lo que es"; personajes automarginados, que prefieren vivir en las márgenes de un río antes que en un ambiente edificado sobre tópicos; que miran el trabajo con distanciamiento y despego, no con la idolatría de una sociedad consumista que lo ha sacralizado para poder consumir más. Juan, el adorado Juan, "al éxito, a la fama, al dinero, a la vanidad, prefería el sol, los amigos, la humildad y las siestas interminables". Este volumen contiene: Las veinte obras estrenadas. Las tres escritas en colaboración. El seductor, "pequeña alta comedia en un acto". Una corrida intrascendente, "cuento escenificado". Prólogo y autocríticas.