Con la prosa poética y depurada característica de Julio Llamazares esta
novela nos cuenta la historia de tres maquis que sobreviven escondidos en
las montañas cercanas al pueblo donde vivían. Escrita en primera persona y
en presente consigue adentrarnos perfectamente en la mente de uno de ellos, Ángel, el que era
maestro del pueblo, sumergiéndonos en una sensación de tristeza, rabia,
incertidumbre y miedo que va desplegándose a lo largo de las páginas. Es una
novela silenciosa, donde no encontramos discursos ideológicos,
justificaciones innecesarias ni casi diálogos pero donde no sobra ni falta nada. Una
lucha encarnizada contra una naturaleza implacable, contra unos
perseguidores que no olvidan ni perdonan y sobre todo una lucha contra uno
mismo, donde la desesperación de saberse acorralado y sin esperanza se bate
constantemente contra ese instinto de supervivencia que hace al
hombre convertirse en un depredador antes que dejarse vencer. Excelente lectura.
hace 8 años
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