Los lectores de novelas se dividen en dos grandes grupos más que en sus predilecciones en lo que al género se refiere. Por un lado, aquellos que disfrutan con el gancho de un argumento lleno de giros, situaciones imprevistas y, en definitiva, de hechos y construcciones argumentales. Por otro, los amantes de la literatura, quienes buscan un estilo de narración más que aquello que se narra. También, la manera con la que el escritor ofrece su visión de realidad y su punto de vista de las cosas y la cualidad de ese autor para poner el foco sobre las situaciones y las contradicciones humanas, así como para crear dilemas que toquen al lector en lo más profundo.
Los lectores del primer grupo sentirán el tedio con un libro con el que disfruten los aficionados a la literatura. Estos últimos serán capaces de terminar una novela enmarcada entre las preferencias del otro grupo de lectores, incluso sintiendo la intriga por saber el final, pero al acabar sentirán el vacío de no haber invertido su tiempo en una obra con poso literario.
En “Las otras niñas”, bajo la ficción de que Antonio Anglés apareciera vivo en España, Santiago Díaz ofrece un Thriller alcanzando de forma más que lograda lo que se espera de una novela de ese género, y que no es otra cosa que lo que buscan los lectores encuadrados en el primer grupo. Como punto negativo, pero esto es algo ajeno al juicio que nos merezca la obra en sí, está el hecho de que avala la versión oficial del crimen de Alcasser y que muchos hemos combatido.
Quien esto suscribe, pese a pertenecer claramente al segundo grupo de lectores que en esta reseña se caracteriza, reconoce que la lectura puntual y ocasional de novelas de este tipo, desprovistas de toda ambición literaria y centradas únicamente en la historia, resulta especialmente útil para descomprimir y despejar la mente en ciertos momentos.
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hace 2 años
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