La investigación científica estuvo basada, durante mucho tiempo, en el pensamiento lineal. Con la llegada de ordenadores más potentes, los científicos pudieron aplicar con más facilidad la teoría de la complejidad ¿pensamiento no lineal? a procesos científicos. Capra aplica ahora los principios de esta teoría a un análisis del amplio campo de las interacciones humanas. Postula que para mantener la vida en el futuro, los principios en los que se basan las instituciones sociales deben ser compatibles con la organización que la naturaleza ha desarrollado para sostener "la trama de la vida". Y concluye con un plan para diseñar, como alternativa a la globalización económica, comunidades y tecnologías ecológicamente sostenibles.