Novela negra, crímenes sin resolver, pancartas con mensajes a descifrar, un asesino en serie que hay que detener cuanto antes para evitar que vuelva matar, toda esta combinación nos lleva a una lectura con un ritmo frenético, llena de intriga y entremezclada con momentos históricos reales que la hacen más apetitosa.
De la mano de Jimena, periodista, escritora y protagonista principal de esta historia, este libro nos invita a darnos un paseo por las calles, el patrimonio y la historia de Granada. Nos lleva a conocer un poquito más de la historia mas desconocida y relativamente reciente de la ciudad. Y no únicamente de Granada, sino de España, tratando temas en segundo plano como el entramado de los bebes robados y que todavía nos pone los pelos de punta.
Acompañada de Fátima, historiadora obsesionada con ser madre y Gari, criminólogo, formarán un equipo que trabajará contrarreloj para intentar conocer cuanto antes la identidad del asesino y los motivos que le mueven para cometer estos crímenes.
Como lectora me he podido sentir parte de esa investigación, montando mis teorías locas a partir de las pistas que iban recopilando los personajes, de los comentarios y de mis propios instintos, convirtiéndose este libro en un juego en que he podido disfrutar buscando conexiones que finalmente se me han desmontado al descubrir el sorprendente final que nos tenía preparado la autora.
Aunque no es imprescindible para la trama ya que se trata de una novela independiente, si que creo que resultaría aconsejable leer antes el anterior libro de la autora: Las niñas salvajes, sobre todo para comprender mejor la personalidad de la protagonista, ya que se hace alusiones continuas a éste, pero como he dicho no interfiere para nada en la trama, por tanto si no lo habéis leído como es mi caso, tampoco pasa nada. (Marisa Cuesta, 31 de mayo de 2023)