Gracias a la tregua firmada por sus dirigentes, las fuerzas conjuntadas de Derek Sagan y los rebeldes contuvieron la invasión de los alienígenas corasianos. Enemigos declarados, una vez más, los mercenarios vuelven a desafiar a Sagan, quien debe centrar de nuevo todos sus esfuerzos en la campaña destinada a derrocar al corrupto gobierno galáctico. Su objetivo es hacer de Dion el rey de la dinastía Starfire... e instalarse él mismo como poder real a la sombra del trono. En un remoto planeta, antro de vicio y corrupción, permanece oculta una pequeña arma. En caso de ser activada, podría abrir un boquete en el universo y destruir todo el entramado de la creación. Sagan quiere hacerse con ella. Lady Maigrey también. Y asimismo ansía apoderarse de ella Abdiel, un cruel genio que dirige un ejército de esclavos drogados, totalmente sometidos a su voluntad. De este modo, Dion se ve atrapado en una lucha trascendental, al tiempo que se enfrenta al combate más decisivo en su batalla para ascender al trono interestelar.