Este volumen recoge tres ensayos especialmente dedicados a la educación y a los educadores ("De la educación de los hijos", "De la pedantería" y "De los libros"), en la inimitable versión del ensayista argentino Ezequiel Martínez Estrada, que «modernizó, refrescó y dio nuevo brío a la prosa de Michel de Montaigne» en palabras del prologuista Adolfo Castañón, y que ha sido considerada la más clara, bella y precisa en castellano. Montaigne enuncia principios que, en siglos posteriores, formularían las teorías pedagógicas más avanzadas: la necesidad de que la educación sea activa; la importancia del ejemplo frente al discurso, y de un discurso claro y sencillo al servicio del pensamiento; la exigencia de la práctica para consolidar lo aprendido; el desarrollo libre de las habilidades y capacidades naturales de cada uno; el entrenamiento del cuerpo como parte del cuidado del espíritu…