La danza piadosa, publicada en 1926, cuando Klaus Mann tenía sólo diecinueve años, sondea el malestar de la juventud intelectual alemana tras la derrota de 1918 y el advenimiento de la República de Weimar. Andreas, joven pintor, frecuenta el Berlín decadente de los años veinte poblado de artistas, de night clubs equívocos, de desenfrenos. Tras su publicación fue calificada de escandalosa por la crítica y convirtió a su autor en el enfant terrible de la época.