En esta novela continúan las aventuras de Marie, la protagonista de La ramera errante. Después de que el mismísimo emperador le rehabilitase públicamente, la joven se casó con su amor de juventud, Michel, al que el conde palatino nombra alcaide de uno de sus más poderosos castillos. A su lado, Marie emprende una nueva vida, pero, en vez de la tranquilidad que tanto merece, pronto la desgracia se abate otra vez sobre ella.