Raquel, Billy, Jennifer, Robert, los Elliot ... todos ellos son personas normales, muestra del microcosmos que pulula por la pequeña villa turística de Pine Cove. Solo tienen en común la absoluta normalidad de sus vidas. Hasta que apareció Travis. En sí, Travis no se diferencia de cualquiera de los buenos chicos algo confusos con sus vidas que andan por ahí. Lo peor de Travis era su acompañante, el demonio Engañifa, un demonio de grado medio que, entre otras peculariedades, tenía una literal adicción a la carne humana. Travis, cómplice involuntario de Engañifa, encontrará en su lucha por librarse –y librar al mundo- de éste la colaboración de las buenas gentes de Pine Cove. Tampoco les quedaba más remedio..