Tiene buena pinta.
hace 5 añosA principios del siglo XX, Mary Mallon emigró a Nueva York desde Irlanda con quince años. Valiente, testaruda y con el sueño de ser cocinera, luchó para llegar a serlo desde los puestos más bajos del servicio doméstico. Descubrió que era una gran chef y pronto la aristocracia neoyorquina empezó a pelearse por sus servicios, lo que le dio una rara independencia para la época. Parecía que podría cumplir su sueño. Pero empezó a dejar un reguero de enfermos de tifus a su paso y fue identificada como portadora asintomática por los investigadores, que la pusieron en busca y captura. La llamaron Mary la Tifoidea. Decían que transmitía el tifus de sus manos a la comida de aquellos a los que servía. Decían que ella lo sabía. Pero Mary no estaba enferma. Ella no había hecho nada malo. No fue arrestada rápidamente. Hubo avisos, requerimientos y, cuando por fin fue detenida, no se dejó llevar tranquilamente. Tachada de asesina y condenada tanto por la prensa como por la opinión pública, Mary siguió luchando por su libertad, sin importarle el coste…
Tiene buena pinta.
hace 5 años