No me ha podido gustar más este libro, lo tiene todo: risas aseguradas con las aventuras y desventuras de los estudiantes; maravillosa ambientación en el Santiago de la época con todo lujo de detalle, no cuesta nada imaginarse paseando por la Alameda, por los alrededores de la catedral, por sus calles de piedra bajo la lluvia...; romance y amoríos varios; costumbrismo y tradiciones gallegas; el cariño y la delicadeza al escribir sobre Galicia, que llama la atención teniendo en cuenta que el autor no es gallego. Me da pena que no haya una segunda parte para saber que fue de todos y cada uno de los entrañables troyanos. "Habían llegado a A Ferradura, que era y es, gracias a Dios, un delicioso paseo, mirador de una pintoresca serie de bellos panoramas que van desarrollándose, conforme por él se avanza, a manera de variada cinta cinematográfica. Primero es una calle que se va hundiendo según se eleva el paseo circundado en toda su vuelta por la vigorosa robleda de Santa Susana. Luego surge en el fondo del cuadro la ciudad, que extiende, como una araña, sus largas patas por los arrabales. Por encima de todo, con el Ayuntamiento a sus pies, se alzan dominadoras, simbólicas, sobre los demás edificios, como un señor sobre sus vasallos, las airosas torres de la catedral."
hace 2 años