Mark Twain, entonces un joven periodista ansioso por ver mundo, se embarca en un viaje por Europa y Tierra Santa. A su regreso cuenta sus experiencias, cómo era la vida en los lugares que visitó, cómo eran sus agentes, sus ferrocarriles, sus hoteles, etc. Todo ello con una mirada libre de prejuicios, en ocasiones dura, pero siempre sincera.