Desde su más tierna y rolliza infancia, el gordito Casciari arruinaba las fotos. Todas las fotos. Nunca descubrió por qué hacía aquellas muecas espantosas, pero tampoco era capaz de evitarlas. Le pasó durante años y lo sufrió en silencio hasta hoy, que se atreve a contarlo en una novela. Su familia...