He leido “Una vez”. El relato se lee bien, me recuerda mucho a “La vida es bella”, más que a “El niño con el pijama de rayas”, por ese intento de disfrazar la realidad para no ver su horror. El autor se sirve del niñó protagonista para que, desde su mirada inocente, podamos captar la verdadera dimensión del horror nazi. Como si quisiera explicarse y explicarnos cómo pudo suceder algo tan monstruoso ante los ojos de la gente: quizás porque cuando entendieron qué es lo que sucedía realmente, ya era tarde. Es un relato que reivindica la esperanza y la capacidad de imaginar otra realidad, la imaginación como subterfugio para escapar de una realidad que nos desespera. (“Que mantenga la esperanza, ése es el plan”). Lectura amena y entretenida.
hace 9 años