"Lao Tsé llamó a su camino "el curso del río", y lo hizo por muchas razones. En primer lugar, porque el agua es suave, humilde, busca el emplazamiento inferior. Puede llover en la cima del Everest, pero el agua no permanecerá allí, comenzará a discurrir hacia el valle. Y también en el valle se deslizará por la parte más honda. No es ambiciosa. No anhela ser la primera. Ser como el agua significa ser completamente feliz por ser un don de nadie. En segundo lugar, porque el agua significa movimiento. Siempre se está moviendo, y en cuanto se estanca, se ensucia, se vuelve impura y hasta ponzoñosa. Muere. Su vida consiste en el movimiento, en el dinamismo, en la fluidez. La vida en sí es una corriente, nada en ella es estático." OSHO