Es un libro cuya lectura debería ser obligatoria, como para los norcoreanos lo son los slogans y libros de los sátrapas genocidas Kim-Il-Sun y Kim-Jong-Il, para aquellas personas que defienden y alaban regímenes como el norcoreano. Magnífico libro de testimonios que nos ofrece una crónica de la vida en Corea del Norte a través de las vivencias de seis personas de muy diferente estatus social y pasado, así como pensamiento: desde los totalmente convencidos hasta aquellos que como Neo en Matrix, a pesar del aislamiento, intuyen que hay algo que no funciona correctamente. Historias duras y enternecedoras que muestran no solo la complejidad del día a día de esa gigantesca cárcel que es Corea del Norte sino lo extremadamente terrible y paradójico que puede ser para un refugiado el enfrentarse con el mundo real, que se resume en estas certeras líneas de Bárbara Demick: "Los refugiados tienen que redescubrir quienes son en un mundo que ofrece posibilidades ilimitadas. Elegir dónde vivir, qué hacer, hasta qué ropa ponerse cada mañana ya es bastante difícil para alguien que está acostumbrado a no tomar decisiones. Y quienes han tenido que aceptar durante toda su vida que el Estado decida por ellos pueden llegar a sentirse paralizados".
hace 10 meses