Resumen

Puede que Rue Siebert no lo tenga todo, pero no le falta de nada: tiene unos pocos amigos con los que siempre puede contar, la estabilidad económica que anhelaba de pequeña y una exitosa carrera como ingeniera biotecnológica en Kline, una de las empresas emergentes más prometedoras en el campo de la ciencia de los alimentos. Ha trabajado duro y ha conseguido que su mundo sea estable y agradable. Hasta que una hostil adquisición por parte de otra empresa y su ofensivamente atractivo representante amenazan con destruirlo todo.

Eli Killgore y sus socios quieren hacerse con Kline de todas todas. Eli tiene sus motivos para llevar a cabo este trato, y es un hombre que siempre consigue lo que quiere. Con una excepción: Rue. La mujer en la que no puede dejar de pensar. La mujer con la que tiene prohibido estar.

Divididos entre la lealtad y una innegable atracción, Rue y Eli tiran la cautela por las ventanas del laboratorio y de la sala de juntas. Su romance es secreto, sin ataduras y tiene una fecha límite: el día en que una de sus empresas venza. Pero el corazón es un negocio arriesgado; uno en el que se juega a todo o nada.

1 Críticas de los lectores

3

Como lectora de Ali, debo reconocer que esperaba remontar tras Novia, y esta vez ha ido a peor. La historia me ha parecido muy floja, con una subtrama de "conspiración laboral" que ya te ves venir desde la mitad de la novela, y que no tiene una resolución satisfactoria. La parte amorosa me ha decepcionado. Las parejas de Ali suelen gustarme mucho pero en este caso ella me ha dado igual y él me ha caído mal. El punto es que empezamos con química sexual pero que llega a la obsesión por parte de Eli, con muchos párrafos de pensamientos erótico-festivos que no aportan nada. La relación se desarrolla con subidas y bajadas pero sin llegar a emocionarme como en otras parejas de Ali. La parte más interesante es el pasado de ambos personajes y todo aquello que han atravesado, ya que ambos tienen una vida dura. Rue afronta las consecuencias de trastornos alimenticios y un pasado familiar traumático, con los que es sencillo empatizar, pero su carácter tan esquivo hace más complicado conectar con ella. Eli tiene su propio drama, y el único punto positivo que le pongo es que intenta ser un buen hermano. Los secundarios son entretenidos en algunos momentos pero acaban quedando cabos sueltos de sus dramas personales que no sé si es porque Ali se aburrió de ellos o porque quiere reutilizarlos en algo más. En conjunto se me hizo un libro algo aburrido, he tardado casi un mes en acabarlo y no ha terminado de convencerme. Espero que vuelva pronto la Ali que me encanta.

hace 4 meses