A pesar de su cubierta y de los comentarios de la editorial sobre la novela, considero que Muerte en el Burj Khalifa no es una historia romántica chick-lit, sino una historia de género narrativo que nos cuenta el día a día de una joven musulmana que se embarca en una aventura detectivesca en la ciudad de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes durante la celebración del Ramadán que nos permitirá conocer más a fondo las estrictas normas que ciñen la vida de los musulmanes. Hessa es una joven abogada viuda, especializada en defender a mujeres musulmanas en casos de divorcio. Tras el fallecimiento de una familiar suya de un ataque al corazón, su tío contacta con ella para que intente esclarecer los motivos de su muerte, ya que todo apunta al consumo de drogas como principal causa, lo que supondría una deshonra muy grande para su familia. A pesar de sus escasos conocimientos en la materia, Hessa acepta el caso, aunque el hecho de que la investigación coincida con la época en la que se celebra el Ramadán, los ayunos, las oraciones y las altas temperaturas que se alcanzan en Dubai provocarán más de un quebradero de cabeza a la abogada. Creo que nuestra protagonista se postula como una buena defensora del feminismo islámico y logra el equilibrio perfecto para vivir haciendo uso de costumbres occidentales pero respetando la Sharia (leyes y costumbres musulmanas), a pesar de que, para su familia, su actitud a veces pueda resulta algo transgresora. La trama, aunque gira alrededor de un posible asesinato, resulta bastante sencilla y más que la habilidad de Hessa para resolverlo, el caso se resuelve gracias a la ayuda de los personajes secundarios que aparecen en la novela y sobre todo, de las poderosas influencias de su familia. Puede parecer una tontería, pero estoy segura de que hubiera disfrutado mucho más de esta lectura sin la influencia de las palabras "divertida" y "romántica" girando alrededor de ella, porque en mi opinión, no son dos cualidades que le definan. Tras finalizar la novela sigo pensando que muchas de las normas del Islam son demasiado estrictas e inconcebibles para mi, pero me ha resultado interesante conocer con más profundidad y de forma tan amena algunas de sus costumbres y la visión sobre muchos aspectos sociales y culturales de esta religión.

Ágil, entretenido

Me ha gustado por lo que descubre de la cultura de la mujer árabe adinerada, mezcla de severidad y frivolidad; las relaciones familiares y sentimentales, su obsesión por las compras y la ambientación, que te transporta al lujo de los Emiratos Arabes a través de los escenarios que recrea.

Pues para ser chick-lit, es muy pobre. La protagonista, una mujer árabe millonaria nos da continuas lecciones de belleza, y entre rato y rato resuelve un crimen, con ayuda de su primo. No me ha arrancado ni siquiera una sonrisa. Lo único bueno, la historia de las carreras de camellos en Arabia, pero queda desdibujada entre tanto centro de belleza. Prescindible.