Empecé a leerlo y la verdad, es que me ha sido imposible terminarlo. Libro tochísimo, con miles de cifras y de historias de medicamentos, que se hacen eternas. Además, por todo el mundo son conocidos los trapicheos de la industria, y esto parece una tesis doctoral. Lo compré porque pensaba que iba a ser más ameno y algo más didáctico. Es ponerme a pensar que tengo que seguir leyéndolo para acabarlo y la pereza se apodera de mí.
hace 6 años