¡MALDITAS PELICULAS!

¡MALDITAS PELICULAS! PRIETO, MIGUEL ÁNGEL

Portada de ¡MALDITAS PELICULAS!
Nota media 7 Muy bueno 1 voto 0 críticas
  • Género Ensayo
  • Editorial T&B EDITORES
  • Año de edición 2016
  • ISBN 9788494458491
  • Idioma Español

Resumen

¿Qué tienen en común “El exorcista”, “La semilla del diablo”, “La profecía” y “Poltergeist”? Efectivamente, las cuatro son clásicos del cine de terror. Pero existe otro nexo de unión entre ellas: todas están envueltas en una leyenda negra que incluye muertes, accidentes misteriosos, cultos diabólicos y otros hechos difíciles de explicar, como si alguna oscura y desconocida fuerza sobrenatural no hubiese querido que esas películas se hicieran. ¿Estaba “El exorcista” basada en una historia real? ¿Era Roman Polanski, director de “La semilla del diablo”, adorador de Satán? ¿Es cierto que la banda sonora de “La profecía” estaba tomada de una auténtica misa negra? ¿Por qué la saga de “Poltergeist” es conocida como “las películas que matan”? Pero “¡Malditas películas!” no es sólo la crónica escandalosa de un puñado de films supuestamente funestos. Es, más genéricamente, un recorrido alternativo por el lado oscuro de Hollywood -fábrica de sueños, reino de magia, pero también escenario de pesadillas, tragedias y supercherías de toda índole- desde la era muda hasta la actualidad. Un cocktail en el que se mezclan celebridades tan diversas como Rodolfo Valentino, Charles Manson, Vampira, Jayne Mansfield, Mick Jagger, Anton LaVey, Steven Spielberg y un largo etcétera. ¿Fue el accidente fatal de James Dean consecuencia del hechizo de una bruja celosa y vengativa? ¿Existe una maldición que afecta a todos los actores que se calzan el traje de Superman? ¿Qué extraña conexión une las misteriosas muertes de Bruce Lee y su hijo Brandon? ¿Es verdad que el fantasma de un niño aparece en la comedia “Tres hombres y un bebé”? “¡Malditas películas!” es una obra rigurosa y amena que pretende mostrar la estrecha relación que siempre ha existido entre el cine y lo oculto, y que nos lleva en último término a plantearnos esta pregunta fundamental: ¿Hay realmente una serie de maldiciones diabólicas que pesan sobre Hollywood y sus estrellas, o es simplemente la fascinación que ejerce sobre nosotros ese deslumbrante mundo lo que nos induce a querer creer en ello?