La irrupción en el circo de la Fórmula 1 de un coche nuevo, sin patrocinador ni figuras destacadas causó auténtica sorpresa. Cuando ese mismo coche se erigió en dominador único de la categoría, la sorpresa se convirtió en estupefacción y empezó la revolución del considerado como mayor espectáculo del mundo. Antoni Gutiérrez-Rubí, decidió, tras la primera victoria de Jenson Button, seguir el devenir de la escudería propiedad de Ross Brawn. El libro cuenta cómo se gestó ese equipo ganador y qué aprendizajes podemos sacar de ello.