La noche de la reinauguración de la Casa de Gabriel, uno de los más famosos establecimientos dedicados al sexo en Londres, Victoria Childers subasta su virginidad ante los asombrados clientes. Gabriel, el dueño del local, ofrece dos mil libras por ella, convencido de que ha sido enviada por un antiguo enemigo para matarle. Sin embargo, Victoria no es una asesina, sino una antigua institutriz a quien la necesidad de sobrevivir a la pobreza y a su propia soledad obliga a tomar esa drástica decisión.