El título La moda justa responde a una doble acepción. La primera se refiere a tener en el armario la cantidad justa de ropa, la suficiente, la proporcionada. A huir de la voracidad. La segunda habla de elegir lo íntegro, lo producido en un contexto digno, en formas con las que nadie salga perdiendo. Como una prenda es algo inanimado, debemos ser nosotros quienes le imprimamos esa noción de conciencia y honestidad mediante el compromiso de conocer mejor quién hace nuestra ropa. Con cada compra al tuntún seguimos dentro de la rueda, y dentro de la rueda es imposible ver con claridad. Estas páginas proponen otras bifurcaciones (segunda mano, reparación, intercambio), y una reflexión sobre nuestras elecciones.