Con rapidez inusitada, las nuevas tecnologías están transformando sustancialmente nuestros hábitos. La relación de los seres humanos con las máquinas es cada vez más íntima y dependiente, y la Tierra, un planeta cada vez más cibernético. La implantación del sofisticado sistema de redes inalámbricas de quinta generación (5G), mucho más veloces, pretende ofrecernos un omnipresente internet de las cosas y la integración de la realidad virtual en nuestras vidas, pero entraña una considerable radiación electromagnética invisible en toda la naturaleza viviente. Este desafío sin precedentes para la vida humana y natural se está desarrollando sin ningún tipo de consciencia moral ni espiritual, con el único fin de obtener beneficios y dominar el mundo. Tras analizar pormenorizadamente este inquietante contexto, Jeremy Naydler concluye que sólo reafirmando los valores esenciales de lo humano y de la naturaleza, como esencia de la vida, podremos hacer frente a un futuro cada vez más incierto.