Se trata de una historia divertida, tierna y entrañable, en la que se describe el proceso de adopción de una perra por parte de Mar, la protagonista. Mar nunca ha tenido un perro, pero está muy ilusionada con el proyecto, y Bruma, la galga coprotagonista, está llena de miedos, lo que no facilitará las cosas. La llegada de Bruma será un verdadero torbellino para Mar y su pareja.
Mediante viñetas simpáticas y sencillas, y el uso de colores suaves (blanco y tonos rosados sobre todo), la autora plasma magníficamente lo que significa la llegada de un nuevo miembro (animal) a un hogar, con sus conflictos y la responsabilidad que implica.
El proceso de adaptación, en este caso con una perra que arrastra un pasado de maltrato y sufrimiento, no será nada fácil, pero acabará significando no solo un cambio para Bruma, que por fin se sentirá querida, sino que también cambiará la visión que Mar tenía del mundo. En cierto modo, Mar y Bruma se salvarán mutuamente.
Una novela gráfica preciosa, que se lee en un rato y te deja con la sonrisa puesta.