Ella lucha. Janie Parker es una asesina sobrenatural, no por propia elección; pero ¿qué otra cosa puede hacer una chica? Lo único que puede evitar que su horrible jefe la decapite es un artefacto mágico llamado El Ojo. Para conseguirlo, Janie tiene que encontrar a un vampiro moreno y melancólico, llamado Michael Quinn, y cogerlo. Parece fácil, ¿no? Aunque si Quinn sigue besándola de esa manera, puede que la chica pierda la cabeza... en más de un sentido. Él muerde. El ex cazador de vampiros Michael Quinn está decidido a convertirse en humano de nuevo. Si coge El Ojo y pide un deseo, entonces, ¡bum! Todo irá bien en el mundo. Pero ahora Quinn tiene pegada a una plasta caradura con un cuello largo y delicioso, a la que le han ordenado que le clave una estaca en cuanto lo vea. Sólo espera que su primer mordisco no sea el último instante de la vida de Janie...